Una roca espacial descubierta el domingo tuvo su mayor acercamiento a la Tierra en la noche del pasado jueves 20 de julio, lo cual sugiere que de haber tenido una trayectoria que interceptara nuestro planeta, el pequeño asteroide pudo haber penetrado nuestra atmósfera sin haber sido detectado previamente.
Se trata del asteroide denominado como 2017 OO1, el cual fue descubierto el 23 de julio desde el telescopio ATLAS-MLO en Mauna Loa, Hawaii, según informó la Unión Astronómica Internacional.
Para sorpresa de los astrónomos, un análisis de la trayectoria de la roca espacial reveló que el asteroide 2017 OO1 estuvo pasando el jueves a solo una tercera parte de la distancia Tierra-Luna, o unas 76,448 millas (123,031 km).
"Aunque el paso del asteroide ocurrió a una distancia segura, un dato significativo es que se trató de una roca espacial de tres veces el tamaño de la que penetró los cielos de Chelyabinsk en Rusia en el 2013", destacó la Sociedad de Astronomía del Caribe (SAC).
La entidad educativa aclaró que aunque se estima el asteroide 2017 OO1 tiene un tamaño de entre 82 pies y 256 pies (25 a 78 metros), se trata de un asteroide muy pequeño como para ocasionar una extinción masiva.
"A pesar de que ciertamente hay que mejorar los sistemas de detección de asteroides, estas rocas espaciales no son nada fáciles de detectar", indicó la SAC al explicar que se trata de rocas que pueden ser muy oscuras y apenas comienzan a reflejar un poco de luz solar cuando ya pudieran estar algo más cercanas.
Añadió que usualmente los asteroides más grandes son más fáciles de detectar, y destacó que cuando se detectó el asteroide 2017 OO1, este lucía extremadamente tenue, lo cual explica la detección tardía.
"En caso de un pequeño asteroide como este penetrar nuestra atmósfera, afortunadamente gran parte se desintegraría por la intensa fricción", señaló la entidad educativa a la vez que aclaró al presente no se conoce ningún asteroide de notable tamaño con trayectoria que represente peligro.
"Lo que sí es evidente, es que eventos como el de Chelyabinsk en Rusia, se pudieran repetir", indicó la organización. El asteroide 2017 OO1 se desplaza por el espacio a una velocidad de 23,179 millas por hora (37,303 km/h).
